Agresiones y Blindajes
Alguien ha decidido apropiarse del trabajo de todos y de todas
en lo que se refiere a las agresiones que sufrimos como empleadas y empleados
públicos.
No es un problema que naciera ayer, llevamos años sufriendo
estas situaciones y llevamos años luchando para conseguir definir las medidas
necesarias que permitan prevenir estas situaciones y que permitan compensarlas
una vez que ocurren.
En el Servicio Público de Empleo Estatal hemos sido vanguardia
de dichas medidas, no de todas, sencillamente porque nuestras unidades se han
visto especialmente afectadas durante estos últimos años.
No hay una sola razón que justifique la más mínima agresión a
una persona. No hay ni una sola razón que justifique la agresión a una
trabajadora o trabajador público. Pero desgraciadamente, la falta de personal
en nuestras unidades, las desproporcionadas cargas de trabajo que soportamos,
las infames condiciones de muchas de nuestras Oficinas y las carencias del
sistema de protección de desempleo que en buena medida se ha resentido derivado
de las políticas aplicadas por este Gobierno del PP han favorecido que quienes
trabajamos en el SPEE estemos en una situación especialmente expuesta.
Sorprende la hipócrita actitud del Gobierno, sorprende esa
nueva sensibilidad, sorprende que se hable de analizar el apoyo jurídico cuando
durante años la Abogacía del Estado ha sido capaz de defender la compensación
por un cristal roto, por un pc desportillado y en cambio era incapaz de
defender al compañero o compañera el que le habían destrozado la cara.
Sorprende que alguna central sindical se apunte a darle aire y
empuje a un Gobierno como este, un Gobierno que nos ha despreciado como
personas pero en fin, las cercanías ideológicas provocan este tipo de
despropósitos.
En cualquier caso, nos despreciaremos ninguna oportunidad que
pueda surgir para resolver, total o parcialmente, lo que nos toca sufrir en
relación los diferentes tipos de agresiones que podemos sufrir.
Ahora bien, tengamos un poco de cuidado con las soluciones.
Tengamos cuidado de no aplicar sistemas simplistas. Empezamos con las mamparas,
seguimos con los escudos y las protecciones en las articulaciones, continuamos
con los cursillos de Jiu jitsu y en pocas semanas nos cuelgan un Magnum 500 de
Smith and Wesson para abrirle un boquete al ciudadano o ciudadana al que se le
vayan las formas y sobre todo, tengamos cuidado de que algunos y algunas
instrumentalicen esta cuestión con intereses que nada o poco tienen que ver con
la integridad de quienes conformamos la Administración Pública.
Un saludo.
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