¡Qué
papel el de la Subdirección General de Recursos Humanos!
¡Papelón!
Se pone de manifiesto incluso en las cosas más nimias
pero sirve para demostrar cuál es el carácter de esta Subdirección, la manera
de esconder sus debilidades, la forma de empantanar el funcionamiento de
cualquier foro de participación, el escaso amor que demuestra a las normas más
básicas de la negociación colectiva y el poco aprecio por los derechos de la
plantilla.
Observemos la situación:
·
Se produce en la
Subcomisión delegada de Personal Laboral.
·
Se trata de
negociar la ropa de trabajo de quienes la tiene reconocida dentro del Convenio.
·
Se trata de una
materia nítida de la Subcomisión, recogida en el artículo 6 del Convenio Único
y en donde nadie puede dudar de la obligación de negociar este aspecto.
·
En el año 2012 se
crea un grupo de trabajo, con la participación de todos los organismos del
ámbito del Departamento: Fogasa, INSHT, SPEE y el propio departamento que se
arroga la representación del personal de la ITSS y de los CETI y los CAR.
El ritmo de negociación es lento pero va avanzando. El
problema principal es la falta de respeto a la obligación de proporcionar ropa
en algunos ámbitos y secundariamente la falta de homogeneidad que lleva a que
en situaciones similares, personal equivalente reciba ropa diferente.
La necesidad inicial era contar con la información de
lo que se había aportado como ropa en el año anterior. Aquí empiezan los
problemas.
Todos los organismos aportan dicha información. Peor o
mejor, pero se hace llegar a la Subcomisión como es su obligación pero hay uno
que no se da por enterado: La Dirección general de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social.
Precisamente, en la misma se detecta más de un
problema en este apartado.
Se insiste por la parte social para contar con dicha
información. La secretaría de la Subcomisión y la presidencia de la Subcomisión
lo vuelven a solicitar. No hay forma. No llega información alguna.
Así hemos estado más de 12 meses.
La Subdirección General de Recursos Humanos del
Ministerio es la que dice asumir el papel de representante de todos los
organismos que están incluidos dentro del departamento. Por lo tanto, a ella
nos dirigíamos exigiendo que se cumpliera con la obligación de informar para
saber que ropa se aporta en el seno de la ITSS.
Al principio palidecían ante el requerimiento. Pasado
un tiempo se ruborizaban. Pero más allá del cambio de color no se ha conseguido
que nos hagan llegar papel alguno y la información sobre la ropa que se
proporciona en la ITSS sigue siendo una incógnita.
Sorprende que el organismo que está para poner orden
en las relaciones laborales incumpla el Convenio Único del Personal Laboral de
la AGE con semejante descaro y así se lo hacíamos conocer a la Presidencia de
la Subcomisión y a la Subdirección general de Recursos Humanos pero, más allá
de obligarles a tragar saliva, información de la ITSS no se conseguía.
La situación se hace insoportable y aquí se produce
una pirueta colosal que pone a las claras el perfil de la Subdirección de
Recursos Humanos.
Como no consigue o no se atreve a convencer a la ITSS
a cumplir con la obligación que marca el Convenio, ensayan una nueva estrategia
consistente en:
a)
Ningunear a
Presidencia de la Subcomisión que pertenece a otra Subdirección General
diferente, la de planificación y ordenación de los Recursos Humanos de OO.AA. y
de Seguridad Social.
b)
Negarse a
participar en el grupo configurado para tratar el tema de la ropa de trabajo
incumpliendo con ello el acuerdo adoptado en el año 2012.
c)
Negarse a
negociar cualquier cuestión relacionada con la ropa de trabajo incumpliendo el
Convenio.
Y para justificar todo ello, un argumento: La
Subdirección considera que no hay ningún problema en ese apartado.
De verdad, para echarse una risas viendo las caras que
ponían los diferentes representantes de cada uno de los organismos en la
subcomisión.
Hay que tener valor, estómago y alguna cosa más para
sembrar de semejante nivel de hipocresía los ámbitos de diálogo cuando lo único
que se está exigiendo es ser respetuoso con las normas de las que nos dotamos y
con los compromisos que se adquieren.
Hay que querer muy poco a tus colaboradores y
colaboradoras para someterlos a semejante tortura reunión tras reunión.
Si esto nos pasa con la ropa de trabajo que es lo que
nos puede llegar a pasar con esta Subdirección cuando tengamos que afrontar
cuestiones de mayor relevancia.
En fin, lamentable desde cualquier perspectiva, un
insulto a la representación de los trabajadores y trabajadoras pero no nos coge
de improviso, empezamos a acumular una experiencia que nos blinda ante este
tipo marrullerías. Vamos a seguir exigiendo que todos los organismos, que todo
el departamento responda a las obligaciones que se recogen en las normas, en
las leyes, en los convenios y en los acuerdos, y la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social, deberá responder a ello, le guste más o le guste menos a la
Subdirección general de Recursos Humanos.
Un saludo.
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