La
reflexión en los CETI y CAR
Hay que reconocer que cuando la Subdirección de
Recursos Humanos de este Ministerio se pone a reflexionar se lo toma en serio.
No digamos ya si lo hace de manera acompañada como es el caso que nos ocupa, en
donde va de la mano de la Secretaría general de inmigración y emigración.
Se lo toma tan en serio que aquellos y aquellas que
somos más superficiales en nuestras elaboraciones mentales, terminamos dudando
si la Administración reflexiona o sencillamente les ha dado un pasmo.
Llevamos dos años y medio a vueltas con la
modificación de la Instrucción de Productividad de los CETI y los CAR. La cosa
sería para ponerle un poco de interés a la vista de cómo tenemos los centros,
atiborrados de personas, de trabajo y, por desgracia, mucho nos tememos que no
va a cambiar el escenario en el corto plazo. Pues bien, a pesar de haber tenido
la representación de la Administración dicho espacio temporal para aquilatar su
propuesta y para dar cabida a la sesuda reflexión, a pesar de los dos años y
medio, aún quedan cosas pendientes de pensar. Prueba de ello es que tras la
última reunión del grupo de trabajo de CETI y CAR en donde se están tratando
esta cuestión de la productividad, reunión en la que la parte social fija su
postura y en donde las novedades son relativamente pocas en relación a lo que
cabía esperar, la Administración se nos encasquilla en la identificación de los
objetivos y ¡Zas!, llevamos otro trimestre con la representación de Recursos
Humanos y de la Secretaría General haciendo el análisis de situación, aplicando
la teoría de las cuerdas y algún álgebra de compleja resolución y esperando el
resultado.
No nos parece mal que las cosas se reflexionen, que
las ideas, las medidas y las decisiones se maduren pero siempre teniendo en
cuenta que si las mismas pretende afectar a las condiciones de trabajo y
derecho de la plantilla, no estaría de más que las conclusiones se pudiesen
aplicar antes de que el conjunto de trabajadores y trabajadoras fenezcamos o
nos jubilemos.
Vamos a animarles a que terminen la pensada, a que
pongan el resultado en un papel, que si no luego se nos pierden, y en volver a
convocar el grupo de negociación e intentar en el mismo cerrar una gestión
razonable de un fondo que se demuestra escaso y sobre el que además la
Administración pone muy poco cuidado en su gestión, algo que queda patente a
nada que comprobemos que el año pasado devolvimos
más de 14.000 Euros al Tesoro, sencillamente, por pereza y
comodidad a la hora de determinar la forma de distribuir dicho fondo entre
el conjunto de trabajadores y trabajadoras.
Os seguiremos informando.
Un saludo.
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